Decidimos unirnos en un amor que es paciente y bondadoso. Un amor que no tiene envidia ni orgullo, que no presume ni busca lo suyo. Un amor que no se irrita, que no guarda rencor, y que no se alegra de la injusticia, sino que se goza con la verdad.

Este amor todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera y todo lo resiste. Que el amor que hoy nos une sea fuerte y eterno, y que la gracia de Dios nos acompañe siempre, para que este pacto perdure en el tiempo y florezca en cada etapa de nuestra vida juntos.