Hoy dejo atrás una etapa de mi vida, agradeciendo a Dios y a la Virgencita por tantos momentos de juego e inocencia vividos. Inicio una nueva etapa donde la fe y la esperanza en Dios serán la luz que guíe mi camino. Por eso, quiero que personas especiales como tú me acompañen a celebrar en este día tan especial.