El amor que nació desde el primer encuentro ha ido creciendo con fuerza, profundidad y propósito. Hoy, con el corazón lleno de gratitud, queremos dar un paso más y pedirle a Dios su gracia para construir juntos un hogar lleno de fe, alegría y amor verdadero.
Por eso, hemos decidido unir nuestras vidas en matrimonio y celebrar este gran momento junto a las personas que más amamos.
Queremos que cada invitado se sienta parte de esta historia y viva con nosotros una fiesta inolvidable, llena de emoción, baile, sonrisas… y sobre todo, mucho amor.
Gracias por estar aquí y por acompañarnos en este comienzo tan especial.